29 enero 2007

 

Silencio cómplice ante el abuso de poder

Quiero expresar mi absoluto acuerdo con el post de Ramón Castro titulado ¡Qué vergüenza! No entienden el concepto de igualdad y con la mayoría de las personas que han comentado dicho post. Y decir a la persona que se hace llamar Beltrán que su argumento además de no ser progre (que no es lo importante) es fácilmente desmontable (que es lo importante), a saber:

  1. Lo que es un fraude es elaborar una programación didáctica con unos criterios de calificación concretos, que dichos criterios sean presentados al claustro y mandados al servicio de inspección, que nadie diga nada (con lo que se supone que está todo bien) y que después porque a alguien se le suba el poder a la cabeza, se pase por el forro dichos criterios de calificación y aplique otros que le convengan más.

  2. Lo que es un fraude es que un profesor revise unos exámenes y cambien las notas de los mismos porque supuestamente se lo ha ordenado el director, siendo que no ha habido ninguna reclamación escrita de nadie.

  3. Lo que es un fraude es que muchos funcionarios y funcionarias porque no crean en la igualdad de oportunidades ni en la atención a la diversidad para compensar las desigualdades, pongan sus creencias por encima de las leyes que les rigen y sigan dando clase sólo para “l@s list@s”.

  4. Lo que es un fraude es que alguien de los que ejerce el poder en un centro cambie, incluso después de la junta de evaluación, las notas que ha puesto un profesor o profesora.

  5. Lo que es un fraude es que a los padres, madres, alumnos y alumnas se les explique las verdades a medias.

¿O es que Beltrán lo que está demandando es un control de calidad sobre la calificación que ponen los profesores y profesoras? Porque si de eso se trata, habrá que revisar los exámenes y las calificaciones de todos los profesores y profesoras del centro, ¿no Beltrán?
Con respecto a lo de la fiabilidad de las notas, no exageremos, no hagamos demagogia barata. Tenemos que tener muy presente que estamos hablando de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) y de alumn@s con grave riesgo de abandono del sistema educativo a una edad muy temprana. Además, no estamos hablando de dar títulos de médic@s, ingenier@s o arquitect@s, sino de hacer todo lo posible para algunos alumnos y alumnas no abandonen el sistema educativo en 2º de ESO.

Por otra parte, Beltrán se equivoca al decir que un título garantiza la adquisición de ciertos conocimientos, FALSO. Un título garantiza la adquisición de ciertas capacidades conseguidas a través de tres tipos de contenidos: conceptos, procedimientos y actitudes. Y nos guste o no nos guste, si la ley dice eso debemos cumplirlo, máxime si hemos dado el visto bueno a una programación que establecía como criterios de calificación el mismo porcentaje para los tres tipos de contenidos.

Finalmente, me sorprende que haya gente que se rasgue las vestiduras por poner un 6, un 7, un 8 o un 9 a un alumno o alumna de 2º de ESO y luego admita sin problemas que haya ciertas universidades privadas en las que se compran títulos que sí deben garantizar las adquisición de ciertos conocimientos, o que admita sin problemas las diferencias en las puntuaciones en los tribunales de oposición de Enseñanza Secundaria que no sólo hace aprobar una materia de un curso de la ESO sino que da trabajo para toda la vida.
En fin, cuando la sinrazón y la falta de sensibilidad para ponerse en el lugar de los más desfavorecidos (desfavorecidos por múltiples causas que no podemos analizar aquí) se instala donde no debe estar instalada pasan cosas como las que nos cuenta Ramón que son inaceptables, poco profesionales, injustas y rastreras.

Un saludo, Montse.


17 enero 2007

 

La Democracia se aprende practicándola

En una de mis clases de hoy tenía previsto que decidiéramos qué día íbamos a hacer el examen de la unidad didáctica 5. Buscando un día que a tod@s nos viniera bien, descubro que hay días que l@s alumn@s tienen más de un examen y les pregunto que por qué les ponen dos exámenes un día y que si no le decían al profesor o profesora que ya tenían un examen. A lo que me responden que la mayoría de l@s profesor@s no les dejan decidir qué día hacen el examen. Sinceramente, no entiendo ni comparto esta forma de actuar, mis razones son:

  1. La Democracia es algo que se practica y se aprende practicándola. Creo en la Democracia, creo que es el menos malo de los sistemas de gobierno y por eso intento actuar democráticamente (porque los valores no se transmiten hablando sino actuando) y tratar que mis alumnos y alumnas aprendan a actuar democráticamente asumiendo la responsabilidad que entraña la toma de decisiones.

  2. No entiendo que a principios de enero haya tanta urgencia para hacer un examen como para que alumnos y alumnas de la ESO tengan que hacer dos exámenes un mismo día. Que pase esto en junio lo puedo entender pero en enero...

  3. Qué queremos que nuestr@s alumn@s aprueben o que suspendan, porque si queremos que aprueben lo mejor es no juntar exámenes. Tod@s sabemos que la interferencia entre contenidos dificulta el aprendizaje.

Para terminar, decir que fomentar la participación democrática de l@s alumn@s en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje no significa dejar que hagan lo que les dé la gana, bajar los niveles, perder autoridad, “ir de guay” ni críticas sin fundamento que algun@s suelen hacer para justificar lo injustificable.

Un saludo, Montse


10 enero 2007

 

Feliz año

Hace tiempo que no escribo, lo he pasado muy mal, he estado anímicamente hundida, pero sigo viva. Y ahora que parece que voy estando mejor, voy a intentar escribir con más continuidad. De momento sólo quería desearos un feliz año 2007 en el que la felicidad sea la protagonista de vuestras vidas.

Un saludo, Montse.


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