10 junio 2006

 

¿Paridad en los tribunales de oposición?

Una de las medidas del gobierno socialista para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres fue garantizar la paridad en las listas electorales. No obstante, una vez que ha pasado el tiempo de las elecciones yo me pregunto: ¿de verdad eso de la paridad era una convicción profunda de l@s socialistas inspirada en los valores que sustentan su ideología de izquierdas? ¿o simplemente era una medida electoralista y populista con vista a ganar votos? Y vosotr@s os preguntaréis: ¿pero a qué viene eso ahora? A ver, me explico.

Resulta que he estado analizando la composición de los tribunales de las oposiciones de secundaria convocadas por la jccm y, si mi análisis no falla (los datos están en: http://www.jccm.es/educacion/oposic/secundaria2006/tribunales/142365_1.pdf), en este caso la paridad no es precisamente el criterio utilizado en la selección de las personas que forman los tribunales. Así que, aunque no me guste reconocerlo, parece que lo de la paridad no pasaba de ser una medida populista y electoralista de cara a la galería. Ya estarán algun@s diciendo: ¡cómo es esta Montse! Intenta sacarle punta a todo y, en este caso, se está pasando de “lista”, porque los miembros de los tribunales se obtienen por sorteo.

Pues bien, no me refiero a los miembros de los tribunales en general, sino a l@s president@s de los tribunales y, especialmente, a l@s president@s de los tribunales número 1. Dich@s president@s, si mi información no es errónea (si es errónea, por favor que alguien me corrija), son elegid@s a dedo por ser personas que gozan de la confianza de la consejería sea por el motivo que sea. No sé si esto ocurre con todos los presidentes y presidentas de tribunal pero creo que sí es así al menos en el caso de los presidentes y presidentas de los tribunales número 1. Y no es que me esté quejando de la forma, me parece correcto que los encargados de la educación designen como principales representantes de este proceso a las personas que ellos tengan en mayor consideración. Cualquiera haría eso en su propia empresa, ¿no?.

De lo que me quejo es de que en el conjunto de esas personas mejor consideradas por nuestra administración educativa el número de hombres sea muy superior al de mujeres. Así, de las especialidades convocadas en los tribunales número 1 hay 16 presidentes y 6 presidentas (16 hombres frente a 6 mujeres). Y estas personas (entre las que hay una abrumadora presencia masculina) han sido elegidas a dedo por merecer la confianza de nuestros responsables de educación. Y si el resto de presidentes y presidentas también son elegidos de esta forma, los datos siguen poniendo de manifiesto los valores vigentes, ya que existen 85 hombres frente a 49 mujeres.

¿Dónde está ahora la ley de paridad? ¿Realmente nos creemos los valores de los que se nos llena la boca cuando hablamos si luego cuando tenemos la oportunidad de demostrarlo hacemos estas cosas? ¿La igualdad entre hombres y mujeres no debería ser algo prioritario para la Consejería de Educación? ¿Es que en el colectivo de profesores y profesoras no hay un número suficiente de profesoras que sean consideradas lo suficientemente preparadas y valiosas por nuestros responsables educativos como para que el número de presidentes y presidentas de tribunal fuera similar? ¿Es que el gobierno socialista ha dejado de creer en la ley de paridad y en la necesidad de potenciar la discriminación positiva mientras se consigue la igualdad real? ¿O es que simplemente no creen en la igualdad?

Que alguien me lo explique, por favor. Porque del análisis de los datos mencionados la conclusión que yo extraigo es que a la hora de la verdad unos no son tan diferentes de los otros a los que tanto han criticado.Un saludo, Montse


Comments:
No estaría mal que alguien que estuviera "en el ajo" proporcionara su punto de vista y algunas respuestas. Me gusta mucho tu post y (ya conocía tu posición al respecto) me quedo con eso que has escrito:

"¡cómo es esta Montse! Intenta sacarle punta a todo"

En fin, por completar un poco:

Tribunales número 1:

Por cada 100 presidentes habría casi 38 presidentas o, medido de otra forma, las presidentas suponen un 27,27% del total

Resto Tribunales:

Por cada 100 presidentes habría casi 58 presidentas o, medido de otra forma, las presidentas suponen un 36,6% del total

Claro que, a lo mejor, algun@s dicen que estos datos son "interpretables" con tal de no asumir la realidad.

Yo tampoco conozco, Montse, el procedimiento por el cual se nombran presidentes y presidentas pero, aunque fuera por sorteo, éste habría que revisarlo pues los porcentajes son demasiado bajos como para resultar de un proceso aleatorio. Sería muy interesante poder acceder a los datos de convocatorias anteriores para comprobar si esta situación se ha repetido más veces.

En fin, yo también diré en esta ocasión: ¡Cómo es esta Montse! ... Siempre está en todo.

Enhorabuena por el post y esperemos respuestas.

Un saludo
 
Total presidentes de tribunal: 134.
Número de mujeres presidentas: 49 (el 37%).
Número de hombres presidentes: 85 (el 63%).

Para ver si hay discriminación, lo primero que habrá que comprobar es si hay el mismo número de hombres que de mujeres como miembros de tribunal.

Total miembros de tribunales: 665.
Número de mujeres miembro de tribunal: 290 (el 44%).
Número de hombres miembro de tribunal: 370 (el 56%).

Como ves, ya en la composición de tribunales hay más hombres que mujeres. Esto se debe, entre otros motivos, a que se están convocadas plazas de FP, donde por cada mujer hay tres hombres dando clases. Dado que los tribunales se componen tirando de la lista de apellidos, el que haya menos mujeres no puede explicarse por discriminación.

Añadiendo este recuento ya se ve que parte de la discriminación desaparece, si bien no toda. Ahora sería necesario saber cómo se eligen los presidentes de tribunal. Si es pr antiguedad en el puesto, como imagino, necesitaríamos las estadísticas para ver si el tiempo medio de docencia de las mujeres es inferior o no al de los hombres. Si fuera así, por ahí se explicaría otra parte de las diferencias.

Dado que no tengo ni idea de cómo se elige la presidencia de los Tribunales nº 1, nada puedo decir de eso.
 
"me parece correcto que los encargados de la educación designen como principales representantes de este proceso a las personas que ellos tengan en mayor consideración. Cualquiera haría eso en su propia empresa, ¿no?."
Este pensamiento me pone los pelos de punta. Las autoridades educativas no pueden comportarse como el propietario (o propietaria) de una empresa (o como se decía antes, como si fuesen los dueños del cortijo), aunque desgraciadamente muchas veces lo hacen. Precisamente la oposición está pensada para evitar el amiguismo, y el nombrar el presidente del tribunal a dedo lo favorece, sin duda. El presidente del tribunal tiene muchísimo peso en las decisiones que se toman, pues suele haber participado en el proceso en muchas ocasiones y orienta a los inexpertos vocales (muy a mi pesar he sido miembro de tribunal, en aquella ocasión éramos dos mujeres y tres hombres y el presidente, por supuesto varón, bastante cercano a las autoridades educativas). Creo que todos los miembros del tribunal deben ser sorteados, de esta forma se evitaría que predominasen los hombres, pero, sobre todo, el proceso sería más transparente y justo.
 
Hola,

este tema me parece "espeluznante". Aunque creo que se mezclan dos cuestiones:

1. ¿Es justo que los presidentes se elijan a dedo, como parece ser?

Supongo que no será así y que se basarán en aspectos concretos como notas en oposiciones, etc, etc.

2. Si hay un sistema "justo" que elige a los mejores para un tema tan serio como evaluar a otros compañeros, ¿se debe tomar como factor determinante el sexo para elegir a parte del tribunal?

Me parece poco correcto que se actúe así. Los tribunales se deben crear de forma que la oposición sea un proceso justo independientemente a que sus miembros sean 50% hombres y 50% mujeres. Yo imparto clases y las calificaciones son las mismas para JOSE y JOSEFA.

Supongo que un opositor quiere un tribunal justo independientemente del sexo de sus miembros.

Un saludo
 
Estimada Elisa:
He de decirte que en ningún momento quería dar a entender en mi post que estoy a favor del amiguismo y del enchufismo, eso NUNCA.
Cuando escribí este post, simplemente reflexionaba acerca de la tan traída y llevada paridad. Y, creo, que si la paridad fuera una convicción profunda de los políticos socialistas, en todas las decisiones que están en sus manos intentarían tenerla presente. Pero no, se habló mucho de ella en periodo electoral y ahora ya no queda nada. Esto me hace pensar que que este ideal no pasaba de ser un simple adorno electoralista pero no una convicción profunda y sincera.
Con respecto a lo de la elección a dedo de los presidentes, habría mucho que hablar. No defiendo el amiguismo pero sí creo que si yo fuera responsable del proceso selectivo elegiría como máximos responsables a personas que gozaran de mi plena confianza, no por amiguismo sino por su reconocida valía profesional demostrada a lo largo del tiempo. Claro, este criterio selectivo si se prostituye degenera en el amiguismo, pero si se utiliza bien, sería más bien elegir a los mejores para ocuparse de un asunto que me parece de transcendental importancia.

Pero repito, mi análisis se centraba en resaltar el hecho de que -a pesar de que hablan mucho de paridad- a la hora de la verdad, eligen a muchos más hombres que mujeres, y yo me pregunto ¿no hay suficientes profesoras consideradas valiosas por nuestros responsables educativos para desempeñar las funciones de presidentas?
Un saludo, Montse
 
Para David Góngora:

Te planteo sólo un interrogante: ¿tú crees que si la realmente la elección de los presidentes y presidentas de los tribunales fuera justa existirían muchos más hombres presidentes que mujeres presidentas siendo que en este trabajo el número de hombres y mujeres es similar, o quizá más elevado el número de mujeres?

Por otra parte, mi reflexión no iba en la dirección de analizar la justicia o injusticia de esta forma de acceso (sobre este asunto puedes leer lo que pienso en el post del día 13 de junio), sino que con esta reflexión pretendía recalcar el hecho de que la paridad es un adorno que usan en épocas electorales, pero no una convicción profunda, si fuera una convicción profunda, ya que se seleccionan a dedo a los presidentes y presidentas de los tribunales número 1, seleccionarían un número proporcionado de hombres y mujeres. Pero no, en asuntos de poder, elegimos a hombres, menos mal que creemos en la igualdad, ehhh!!! que si no creyéramos....

Un saludo, Montse
 
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